La actitud en la práctica. NIYAMA en Hatha yoga (2)
Niyama es el segundo paso del Ashtanga Yoga de Patanjali, son los cinco aspectos de la conducta que hay que cultivar, lo que hay que hacer para que nuestra relación con nosotros mismos sea la apropiada y de acuerdo al Dharma.
Los 5 Niyama > Comportamientos que hay que cultivar
Saucha -> Pureza en nuestro comportamiento, limpieza del cuerpo
Santosha -> Sentirse satisfecho, estar en paz contigo mismo, estar contento
Tapas -> Disciplina, resistencia, crear el fuego o calor que te transmuta
Svadhayaya -> Autoconocimiento, ser consciente de uno mismo. Estudio de los textos espirituales
Ishvarapranidhana -> Amor, respeto y entrega a la sabiduría universal

SAUCHA – Pureza en nuestros pensamientos, pureza al hablar, pureza en nuestro comportamiento, limpieza del cuerpo
Saucha es un concepto que se refiere a la pureza interna y externa. Pureza en nuestro comportamiento, acciones, palabras, pensamientos, alimentación…, incluye pureza y limpieza del cuerpo. Se considera esencial para la salud, para sentirse bien.
En nuestra práctica, cultivar Saucha en lo externo es hacer lo posible por ducharse antes de venir a clase, o por lo menos haberse duchado por la mañana, cuidar todo el material que usamos para la práctica, mantener la esterilla, mantas y demás instrumentos que usemos limpios y ordenados.
Los asanas y los pranayamas son las técnicas que nos ayudan a cultivar la pureza interna del cuerpo y de la mente al eliminar impurezas y toxinas del cuerpo y al hacer que nuestra mente esté más serena, tranquila y ecuánime.
SANTOSHA – Sentirse satisfecho, estar en paz contigo mismo, estar contento
Cultivar Santosha durante la práctica del Hatha Yoga significa encontrar satisfacción en cada práctica. Es la actitud que más tenemos que cultivar durante nuestra práctica, “asana” en el contexto del Hatha Yoga quiere decir una forma de sentirse, una forma de estar, estar bien, sentirse a gusto con uno mismo en cada postura, en cada momento de la práctica, por lo tanto es responsabilidad de cada uno ajustar la práctica a sus características y a su momento, no quieras ir más allá del límite donde ya tu cuerpo te está diciendo que es suficiente, en cuanto veas que estás forzando, suaviza la práctica.
Santosha también significa que el alumno siente verdadera gratitud por los beneficios que va obteniendo en la práctica y se siente privilegiado por tener una vida que le da la oportunidad de practicar yoga.
TAPAS – Disciplina, resistencia, el fuego o calor que te transmuta
Desarrollamos la actitud de Tapas durante la práctica manteniendo el enfoque, la concentración, el entusiasmo y la intensidad. No hay que confundir intensidad o esfuerzo con forzar, cultivar tapas es practicar con entusiasmo, sin escatimar, dando todo lo que puedes dar, encuentra el equilibrio donde cultivas Santosha y Tapas al mismo tiempo
Practicar cultivando Tapas es lo que nos transforma, es la energía que se necesita para quemar las impurezas y purificar nuestro cuerpo, haciéndolo más sutil y refinado para poder llevar a cabo los cambios que necesitamos en nuestro camino espiritual.
SVADHYAYA – Autoconocimiento, conocer nuestra verdadera naturaleza. Estudio de textos espirituales
El conocimiento que adquirimos del estudio de los textos espirituales se puede aplicar a la práctica del Hatha Yoga. Cultivar Yama y Niyama durante nuestra práctica de asanas es practicar Svadhyaya.
Otra manera de practicar Svadhyaya es desarrollar la conciencia de las sensaciones e intentar entender el verdadero significado de esas sensaciones que el cuerpo nos transmite durante la práctica, bien sean sensaciones de debilidad o dolor o de fuerza y gozo o placer.
ISHVARAPRANIDHANA – Amor, respeto y entrega a la sabiduría universal
Practicar asanas con respeto y entregarse tanto a los múltiples cambios como a las oportunidades que la práctica del Hatha Yoga nos ofrece, demuestra que practicamos Ishvarapranidhana, el respeto a la sabiduría universal.
Otro ejemplo de Ishvarapranidhana es confiar sin lugar a dudas en el poder de curación interna del cuerpo y en la capacidad de las asanas de liberar ese poder.
El yogi acepta de buena gana el concepto de práctica, el cual, por su naturaleza, nunca termina, quizás la práctica sea infinita, lo único seguro es que todo cambia.
Hari Om Tat Sat
Paloma Casado Encinas